Una paciente supera con éxito dos cirugías fetales y una intervención por hernia diafragmática congénita en Sant Joan de Déu
La bebé, que se ha recuperado en apenas un mes, ha sido atendida por los equipos de medicina fetal, ginecología y obstetricia, cirugía pediátrica y neonatología.
Anzhelica sufrió varios abortos antes de tener a Vasilisa. Aunque inicialmente tuvo un embarazo sin problemas y se encontraba muy bien, en la ecografía de las 18 semanas su médico en Ucrania detectó una malformación grave en el embrión y la derivó a otro hospital en Kiev donde diagnosticaron al feto una hernia diafragmática congénita (HDC) en el lado derecho, que en general es más grave y mucho menos frecuente, que en el lado izquierdo del diafragma. En su país, no veían opción de salvar la vida de la bebé.
Viajaron a un hospital de Moscú donde varios especialistas recomendaron a la familia ir a un hospital europeo, en el que fueran expertos en cirugía fetal. La familia analizó todas las opciones, y finalmente contactaron con el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona.
El doctor Eduard Gratacós, especialista en medicina fetal, comenta que “cuando hablé con la familia dimos respuesta a todas sus inquietudes y les transmitimos mucha confianza, porque estaba en juego la vida de su hija. Les aseguré que recibiría un trato humano excepcional y estaría atendida por un departamento que la cuidaría desde el momento en que saliera de su país".
El equipo de BCNatal (Sant Joan de Déu – Clínic), junto con otros especialistas, diseñaron la técnica quirúrgica actual de la HDC y la emplearon por primera vez en el mundo.
El Hospital Sant Joan de Déu es el centro que tiene mayor experiencia a nivel mundial en estos casos, tanto en clínica como en innovación, ya que somos de los grupos con mayor producción científica e innovaciones a nivel internacional, en cirugía fetal en general, y específicamente en esta técnica.
"Decidimos venir a Barcelona porque sabíamos que el Dr. Gratacós y su equipo eran los primeros a nivel mundial en hacer este tipo intervenciones. Vimos que el Hospital tenía una tecnología avanzada, y además querían ayudarnos y sabían cómo hacerlo", comenta Anzhelica, madre de Vasilisa.
En la hernia diafragmática congénita la cirugía es imprescindible
La primera intervención, una fetoscopia, tuvo lugar en el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona la semana 28 del embarazo. Con esta técnica, se obstruye la tráquea para aumentar el volumen de los pulmones del feto, por lo que se favorece su maduración y el recién nacido nace con unos pulmones cualitativamente mejores.
Según el cirujano pediátrico Jordi Prat Ortells, "con esta operación la tasa de supervivencia del bebé con hernia diafragmática congénita mejora entre un 20 % y un 25 %. No se puede sobrevivir con una HDC no intervenida. El éxito del procedimiento depende de muchos factores, pero la cirugía es un paso imprescindible. Es fundamental la estabilización del bebé y el trabajo del equipo de neonatología. Si la cirugía funciona bien, la expectativa es que la niña en el futuro pueda llevar una vida bastante normal”.
Transcurridas cuatro semanas, tuvo lugar una segunda fetoscopia para extraer el balón traqueal implantado en la primera intervención. Esta intervención, igual que la anterior, fue un éxito y se llevó a cabo sin complicaciones significativas. El feto ofreció una buena respuesta y siguió creciendo hasta la semana 38 de embarazo, cuando se indujo el parto. La pequeña, llamada Vasilisa, requirió atención postnatal inmediata en el Servicio de Neonatología de Sant Joan de Déu.
En cuanto la bebé se estabilizó, tras 48 horas de nacer, se realizó la operación para la reparación completa de la hernia diafragmática congénita, a través de una incisión debajo de las costillas derechas. La cirugía consistió en reducir la hernia y cerrar el defecto diafragmático con una malla. La operación fue exitosa.
Finalmente, dos días después de la operación, Anzhelica pudo abrazar por primera vez a su querida niña. Según el equipo médico, la evolución de Vasilisa es excelente y no ha tenido ninguna complicación grave tras la operación. Requerirá un seguimiento periódico en el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona para asegurar que todo evoluciona correctamente.
"Estoy encantada con todo el equipo de profesionales del Hospital Sant Joan de Déu, para mí ha sido muy importante entender qué estaba pasando en cada momento y el apoyo emocional de las enfermeras" comenta Anzhelica. "Además, durante mi estancia he conocido otras familias que están pasando por la misma situación y esto me ha ayudado mucho a comprender el problema".