Traumatólogos del Hospital Sant Joan de Déu reconstruyen la pelvis de una niña con un fragmento de peroné de la propia paciente
Un equipo del Servicio de cirugía ortopédica y traumatología del Hospital Sant Joan de Déu formado por los doctores Jorge Knorr, Francisco Soldado, Ferran Torner y Pedro Doménech ha reconstruido la pelvis de una niña afectada por un tumor con un segmento de peroné de la propia paciente.
Un equipo del Servicio de cirugía ortopédica y traumatología del Hospital Sant Joan de Déu formado por los doctores Jorge Knorr, Francisco Soldado, Ferran Torner y Pedro Doménech ha reconstruido la pelvis de una niña afectada por un tumor con un segmento de peroné de la propia paciente. La intervención ha permitido a los cirujanos extirpar totalmente el tumor, incrementando de esta manera las probabilidades de curación, y reduciendo el riesgo de metástasis. La paciente es una niña de 11 años a quien se diagnosticó un sarcoma de Ewing, uno de los tumores óseos más frecuentes en la población adolescente, localizado en la pelvis.
Tradicionalmente, en estos casos los médicos descartan la extirpación del tumor porque en la zona de la pelvis existen muchos nervios, arterias principales y vísceras; y porque su extirpación comporta una severa alteración de la marcha. En este contexto, hasta ahora optaban por administrar a los pacientes radioterapia. En el presente caso, sin embargo, los cirujanos se decidieron a extirpar el tumor y reconstruir la pelvis con otro hueso del propio paciente después de planificar minuciosamente la intervención gracias a un modelo de la zona afectada en 3D que les permitió delimitar bien la extensión del tumor y plantear la estrategia de reconstrucción.
La intervención, que duró seis horas, tuvo diversas fases. En una primera, los cirujanos extrajeron a la paciente un segmento del peroné de la pierna contraria a la zona de la pelvis afectada por el tumor para trasplantarlo posteriormente. A continuación, extirparon el fragmento de la pelvis afectada por el tumor, fijaron y garantizaron la estabilidad del hueso con una barra de titanio y colocaron el segmento del peroné doblado por la mitad –haciendo palanca–, y lo conectaron mediante microcirugía a los vasos sanguíneos de la pelvis para que crezca –un hecho especialmente importante teniendo en cuenta que el paciente es un niño y está en proceso de desarrollo– y se adapte a la cargas que soporta la pelvis. De esta manera se ofrece una solución de por vida a la paciente.