El tamaño del cuerpo calloso puede ser un indicador del futuro neurodesarrollo en fetos con cardiopatías congénitas
La observación mediante ecografía transvaginal de esta característica durante la gestación sería una herramienta sencilla y útil para desarrollar estrategias de detección precoz que permitan mejoras en el neurodesarrollo.
Se estima que alrededor del 50 % de los casos de cardiopatía congénita mayor presentarán, en mayor o menor medida, una alteración del neurodesarrollo, como pueden ser trastornos cognitivos, retraso en la adquisición del lenguaje y de metas motoras, déficits de atención y alteraciones del comportamiento.
Estas alteraciones pueden aparecer ya en la primera infancia y sus consecuencias pueden ser evidentes en la adolescencia y la vida adulta. Hasta este momento, se consideraba que la cirugía con la que se trataba la cardiopatía de estos bebés era la causa de dichas alteraciones del desarrollo cerebral, pero en los últimos años se ha demostrado que muchos de los cambios estructurales cerebrales están ya presentes en la etapa prenatal.
Un equipo de investigación de BCNatal, formado por profesionales del Institut de Recerca Sant Joan de Déu (IRSJD) y el IDIBAPS, proporciona evidencias de que los niños y niñas con defectos cardíacos congénitos muestran un cuerpo calloso más pequeño a las 32-36 semanas de gestación.
Gracias a estas evidencias, el equipo investigador cree que medir el cuerpo calloso mediante ecografía transvaginal podría ser una herramienta sencilla y de gran utilidad, tanto para la práctica clínica como para el asesoramiento de las familias, y sobre todo para el establecimiento de estrategias personalizadas y precoces que permitan mejorar el neurodesarrollo de los pacientes afectados por cardiopatías congénitas.
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