Un estudio prueba la eficacia de fármacos anticancerígenos en el tratamiento del síndrome de tumor hamartoma PTEN

Este descubrimiento podría facilitar un diagnóstico más precoz en edad pediátrica y también ayudaría a frenar los efectos del síndrome desde sus primeras fases, mejorando significativamente la calidad de vida de los pacientes.
El equipo investigador liderado por la Dra. Mariona Graupera del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, junto con la Dra. Sandra Castillo del Institut de Recerca Sant Joan de Déu, y la Dra. Eulàlia Baselga, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, ha llevado a cabo un estudio para averiguar el origen genético de las malformaciones vasculares en pacientes con síndrome del tumor hamartoma PTEN (PHTS) y ha identificado un posible tratamiento.
¿Qué es el síndrome de tumor hamartoma PTEN (PHTS)?
El síndrome de tumor hamartoma PTEN (PHTS, por sus siglas en inglés) es una enfermedad genética rara causada por mutaciones en el gen PTEN. Este gen desempeña un papel clave en la regulación del crecimiento celular, y su alteración puede provocar una proliferación descontrolada de las células, dando lugar a tumores benignos (hamartomas) y un mayor riesgo de cáncer. Esta patología afecta aproximadamente a 1 de cada 200.000 personas.
El diagnóstico del PHTS puede realizarse en diferentes etapas de la vida. En algunos casos, se detecta en la infancia cuando se manifiestan signos clínicos como macrocefalia o la presencia de hamartomas, mientras que en otros pacientes se diagnostica en la edad adulta a raíz de la aparición de neoplasias. La confirmación definitiva del diagnóstico se realiza mediante prueba genética para detectar la mutación en el gen PTEN.
"El diagnóstico precoz, especialmente cuando se detectan malformaciones vasculares, podría facilitar el seguimiento y la vigilancia de tumores y cáncer. En este estudio, tres pacientes fueron diagnosticadas de PHTS después de identificar una malformación vascular, lo que nos permitió hacerles un seguimiento exhaustivo durante el cual se les detectó quistes asintomáticos en dos de ellas”, explica la Dra. Eulàlia Baselga, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona.
Hallazgo genético
El análisis detallado de biopsias y células endoteliales de pacientes ha revelado que en estas personas se sustituye la copia funcional del gen PTEN por una copia no funcional en células endoteliales, a través de un proceso conocido como disomía uniparental somática.
El estudio “Somatic uniparental disomy of PTEN in endothelial cells causes vascular malformations in patients with PTEN Hamartoma Tumor Syndrome”, recientemente publicado en la revista científica Cancer Discovery de la American Association for Cancer Research, realizado en modelos preclínicos de ratones jóvenes, ha demostrado que los inhibidores de la vía PI3K, como la rapamicina y el capivasertib, podrían ser efectivos para reducir el sobrecrecimiento de los vasos sanguíneos asociado. Además, los inhibidores capivasertib y alpelisib, recientemente aprobados para el tratamiento de ciertos tipos de cáncer de mama, actúan directamente sobre los procesos moleculares que desencadenan la enfermedad.
"Nuestro estudio ha permitido identificar un mecanismo genético clave en las malformaciones vasculares asociadas al síndrome de tumor hamartoma PTEN. Este descubrimiento no sólo nos ayuda a entender mejor la enfermedad, sino que también abre nuevas vías para el diagnóstico y el desarrollo de terapias más precisas y eficaces para los pacientes", resalta la Dra. Sandra Castillo, investigadora principal de la línea de investigación de Patobiología de Tumores y Malformaciones Vasculares del Institut de Recerca Sant Joan de Déu.
Perspectivas de futuro
A pesar de los resultados prometedores, el equipo científico advierte que es necesario seguir investigando para determinar los efectos terapéuticos a largo plazo de estos inhibidores. Aún no se conoce a ciencia cierta si estos tratamientos podrían modificar la progresión de la enfermedad más allá de la reducción de las malformaciones vasculares. Además, es posible que el tratamiento deba ser crónico, ya que en otros tipos de malformaciones vasculares se ha observado recurrencia después de suspender la medicación.
Los próximos pasos de la investigación se centrarán en analizar posibles resistencias a los tratamientos y explorar estrategias terapéuticas alternativas, como el uso intermitente de los fármacos o la combinación de distintos inhibidores.
Este estudio supone un avance en la comprensión y el tratamiento de un síndrome minoritario con importantes implicaciones clínicas, abriendo la puerta a futuras investigaciones que puedan mejorar la calidad de vida de los pacientes con PHTS.