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El Servicio de Gastroenterología del Hospital Sant Joan de Déu tiene logopedas que trabajan con los pacientes con problemas de deglución para mantener o potenciar sus habilidades a nivel oromotor.
Cuando nos llevamos un alimento en la boca para comerlo, se pone en marcha un mecanismo fisiológico que funciona con la precisión de un reloj y que prevé toda una serie de acciones muy precisas y encadenadas. "La deglución es un acto sensoriomotor. En el cerebro –explica Vanesa Ejarque, logopeda pediátrica del Hospital San Juan de Dios Barcelona- tenemos unos pares craneales o nervios que enervan toda la musculatura implicada en el proceso de deglución, y que disponen de unas vías sensoriales y motoras".
Ejarque continúa explicando que "al ponernos un alimento en la boca, inmediatamente se activa la vía sensorial y, al recibir este estímulo, el cerebro pone en marcha las vías motoras para llevar a cabo todas las acciones necesarias para preparar y trasladar este alimento desde la lengua al esófago".
Cuando alguna de las acciones implicadas en este mecanismo fisiológico falla, ya sea porque los niños han nacido prematuramente y no tienen el aparato estomatognático maduro o porque hay un problema relacionado con otra patología de base, el niño presenta disfagia, es decir, dificultad para tragar los alimentos.
A veces, no puede ingerir determinados tipo de alimentos y, en los casos más graves, no puede tragar ninguno y tiene que ser alimentado a través de una sonda nasogástrica o botón gástrico.
Para tratar estos niños y niñas, el Servicio de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona dispone de un equipo integrado por dos médicos gastroenterólogos, Carlos José Ruiz y Sandra Montells y las logopedas Raquel García, Alba Cifuentes y Vanesa Ejarque.
Contrariamente a lo que pueda creer la mayoría de la población, los logopedas no solo tienen como misión tratar los niños con dificultades para el habla, el lenguaje o la audición. También ayudan a mejorar funciones no verbales como la deglución.
Los logopedas también ayudan a mejorar funciones no verbales como la deglución
Cuando reciben un paciente con disfagia o dificultad para ingerir, uno de los gastroenterólogos y de las logopedas de este equipo evalúan conjuntamente la situación. Hablan con la familia, observan cómo come el niño y le hacen diferentes pruebas, por ejemplo, una videofluoroscopia o videoendoscopia de la deglución. Con esto, pueden examinar las estructuras anatómicas del aparato estomatognático y su funcionalidad, y así poder determinar si presenta riesgo de aspiración, es decir, si hay peligro que, accidentalmente, durante el proceso de deglución el alimento pase a las vías respiratorias con el consiguiente riesgo de asfixia para el niño.
Con esta información, el equipo decide si basta con adaptar los enseres alimentarios, usar una cuchara más plana, por ejemplo; adaptar la dieta, administrar al niño los alimentos triturados o en una determinada textura; o implantar un dispositivo externo de alimentación o botón gástrico porque el niño no tolera ninguna nutrición por boca.
En estos últimos casos, la rehabilitación es clave. "Algunos niños y niñas– explica la logopeda- están mucho tiempo sin poder comer por boca. Trabajamos con ellos para que mantengan todas las funcionalidades a nivel oromotor y para estimular la vía sensorial para que, cuando puedan comer, no desarrollen una aversión a los alimentos".
El objetivo final es que estos niños vuelvan a alimentarse por boca siempre que sea posible. "Para las familias, pero también para los niños, la comida es muy importante. Está presente en muchas actividades de nuestra vida cotidiana, forma parte de los encuentros sociales, de las interacciones familiares, es una función de cuidado principal para los padres, pero sobre todo la alimentación no solo es una actividad neuromuscular compleja sino también un generador de emociones con relación a las experiencias vividas. Que importante y ¡cuántas emociones se generan alrededor de un pastel un día de cumpleaños para un niño! Y estos niños no lo pueden hacer", concluye Vanesa.