Sant Joan de Déu pone en marcha dos programas de atención domiciliaria en salud mental infantojuvenil
La atención en casa se dirige a pacientes con trastornos de la conducta alimentaria y otros trastornos de salud mental complejos
El Área de Salud Mental del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona ha puesto en marcha dos programas de atención domiciliaria para atender a niños y adolescentes con trastornos de la conducta alimentaria y pacientes que presentan problemas de salud mental en crisis de especial complejidad.
Con esta iniciativa los profesionales pretenden dar una respuesta de alta intensidad a casos graves de salud mental fomentando que el niño o joven no se desvincule de su entorno y se pueda reincorporar lo antes posible a su vida habitual. Los equipos implican y capacitan a las familias en el manejo de estos pacientes resolviendo con ellas los problemas que van surgiendo en el día a día y buscan aumentar la eficacia del tratamiento a largo plazo. Otro objetivo del programa es facilitar este paso de la hospitalización en el domicilio, con un apoyo directo y adicional en el propio contexto del joven y la familia.
Dos equipos multidisciplinares - integrados por psiquiatras, psicólogos clínicos, enfermeros, trabajadores sociales y educadoras sociales - llevan a cabo estos nuevos programas, que complementan los ya existentes y se aplican desde hace años en el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona (hospitalización total y la hospitalización parcial u hospital de día). De hecho, el programa de atención domiciliaria no evita el ingreso del paciente en algunos casos, pero lo reduce, en el caso de los pacientes con un trastorno de la conducta alimentaria (TCA), a dos o tres semanas.
Programa de atención domiciliaria para pacientes con TCA
A diferencia de los otros tratamientos que se venían aplicando hasta ahora con los TCA, la familia del paciente participa desde el primer momento en todas las comidas, dinámicas y terapias que se realizan durante el ingreso. “Lo que se busca – explican la psiquiatra Raquel Cecilia y el psicólogo Eduard Serrano – es capacitar a la familia para que, una vez vuelvan a casa, se sientan más preparados para abordar las situaciones de conflicto que se pueden dar en la práctica cotidiana. La familia participa como co-terapeuta en el tratamiento.”
A las tres semanas, el paciente vuelve a casa y los profesionales del Hospital le siguen visitando en su domicilio con mucha frecuencia. En el domicilio pueden realizar intervenciones terapéuticas específicas por el TCA que no se pueden realizar en el ámbito hospitalario. Por ejemplo, con las familias se trabaja las cantidades y tipos de alimentos en la misma cocina de casa y, con los adolescentes, la exposición corporal en su habitación, con sus espejos y ropa. Al finalizar el programa domiciliario se deriva en el Centro de Salud Mental Infanto Juvenil (CSMIJ) de zona para el seguimiento del tratamiento de la atención comunitaria.
Los resultados preliminares del programa domiciliario indican una mejora significativa, tanto a nivel físico como psicológico, que permite en un porcentaje importante de casos la continuación del tratamiento en su entorno (familiar, social y escolar).
Programa de atención domiciliaria para pacientes complejos y en crisis
Uno de los programas está dirigido, específicamente, a los pacientes en situación de crisis y de elevada complejidad. Se trata de jóvenes con diferentes problemáticas de salud mental que se encuentran en una situación de elevada inestabilidad y con varios factores sociales y familiares que necesitan un abordaje integral que cubra todas sus necesidades: clínicas, sociales y familiares.
En este programa se han incluido jóvenes que habían acudido al servicio de urgencias en repetidas ocasiones o bien habían necesitado un ingreso psiquiátrico previo, mayoritariamente por haber presentado conductas autolesivas o trastornos del comportamiento graves.
Los profesionales del programa han elaborado para estos pacientes un plan terapéutico individualizado que incluye tratamiento intensivo. Los equipos los visitan entre 3 y 4 veces a la semana en su domicilio y dan un estrecho apoyo y acompañamiento a la familia, que se considera la punta de lanza del tratamiento. También realizan intervenciones en el ámbito escolar, social y comunitario para que el paciente pueda alcanzar la estabilidad clínica y recuperar su funcionalidad en el menor tiempo posible. El objetivo del programa es conseguirlo en un período de estancia media en el programa de 12 semanas. Después realiza el seguimiento el centro de salud mental infantojuvenil.
Se trata de un modelo de atención en el entorno habitual del paciente y alternativo a la hospitalización convencional, comparable a otras experiencias europeas que han demostrado una buena eficacia y eficiencia, con menor impacto en el joven y la familia que uno ingreso psiquiátrico.
Desde el mes de octubre se ha atendido a 18 jóvenes y a sus familias en el marco de este programa. Cuatro de ellos ya han finalizado la intervención más intensiva y actualmente están vinculados a los servicios de salud mental comunitarios (CSMIJ).
Aunque los resultados son todavía preliminares, la mejora clínica ha sido significativa, con una reducción total de los episodios de autolesiones y también de las visitas a urgencias por situaciones de desestabilización. En el ámbito escolar, en el inicio del tratamiento, el 36 % de los jóvenes presentaba absentismo escolar. Después de 8 semanas, todos los jóvenes habían vuelto a tener contacto con su centro escolar y el 86 % asistía de nuevo de forma regular al centro educativo.