Sant Joan de Déu y Clínic crean un centro que aplica la cirugía cardíaca robótica en niños y jóvenes
El centro es el primero en España en aplicar esta técnica a pacientes pediátricos con cardiopatías congénitas, que debían ser intervenidos mediante cirugía abierta.
El Hospital Sant Joan de Déu Barcelona y el Hospital Clínic Barcelona han creado un centro de cardiopatías congénitas para ofrecer una atención conjunta y, durante todas las etapas de la vida, a los niños que nacen con una malformación en el corazón. El Centro de Cardiopatías Congénitas Sant Joan de Déu – Clínic Barcelona ha sido presentado por el Conseller de Salut de la Generalitat de Catalunya, Manel Balcells; Marta Sitges, directora del Instituto Cardiovascular del Hospital Clínic Barcelona; Stefano Congiu, jefe de Cirugía Cardiovascular del Hospital Sant Joan de Déu; y Daniel Pereda, director del nuevo centro y consultor del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Clínic.
Cada año nacen en Cataluña 600 niños con una cardiopatía congénita, ya sea un problema estructural de corazón (en las cavidades o de las válvulas cardíacas, por ejemplo) o de grandes vasos del tórax. En el 30 % de los casos, se trata de una cardiopatía grave. Gracias a los adelantos de las últimas décadas, un 95 % de estos niños llegan a la edad adulta, pero lo hacen con unas necesidades muy específicas.
En este contexto, el Centro de Cardiopatías Congénitas impulsado por Sant Joan de Déu y el Clínic Barcelona nace con el objetivo que sea el mismo equipo de profesionales el que los siga y trate a lo largo de toda la vida, puesto que el éxito en el manejo del paciente con enfermedad cardiovascular se basa en la asistencia multidisciplinaria de alta calidad y en una estrategia de seguimiento a largo plazo que asegure la continuidad durante la vida adulta. Por eso, tener un centro especializado, integrado y con visión transversal es clave para mejorar la calidad en la asistencia de estos pacientes.
El nuevo centro tendrá dos sedes, una en Sant Joan de Déu y otra en el Hospital Clínic, que, en conjunto, ofrecerán una cartera de servicios completa y complementaria, y dispondrá de un equipo integrado por 23 profesionales de cirugía cardiovascular, cardiología, pediatría y anestesiología.
Primeras cirugías cardíacas mínimamente invasivas en niños y niñas en España
La creación de este centro, fruto de la alianza entre Sant Joan de Déu y el Clínic, permitirá, además, extender a la población infantil técnicas quirúrgicas que hasta ahora no se aplicaban en el ámbito de la cirugía cardíaca pediátrica, pero estaban ya implantadas en la de adultos. Este es el caso de las cirugías mínimamente invasivas toracoscópicas y robóticas. Hasta ahora, los niños y jóvenes afectados de cardiopatías congénitas que tenían que pasar por quirófano eran intervenidos mediante cirugía abierta, lo que alargaba el periodo postoperatorio y la recuperación del paciente, además de causarles un mayor perjuicio estético.
El nuevo centro de cardiopatías congénitas ya ha llevado a cabo cinco intervenciones de este tipo en niños y niñas. En tres casos, los profesionales han optado por una cirugía toracoscópica, que consiste a hacer unas pequeñas incisiones en el tórax del niño para introducir un dispositivo con una cámara de video que les permita ver la zona quirúrgica y el instrumental necesario para realizar la intervención. La primera niña operada mediante esta técnica presentaba un tumor en el corazón que había que resecar. La paciente de menor edad operada así hasta ahora en el centro ha sido una paciente de seis años.
Primer caso de cirugía robótica en niños
En dos casos más, los profesionales han optado por una cirugía cardíaca robótica. La primera paciente pediátrica intervenida con la ayuda de un robot ha sido una chica de 13 años y vecina del País Vasco que presentaba una comunicación interauricular congénita del tipo ostium primum (tenía las dos aurículas conectadas) y un defecto en la válvula mitral. Estas malformaciones le provocaban una circulación anómala de la sangre dentro del corazón y un desequilibrio que sobrecargaba la parte derecha del corazón y, a largo plazo, le causaba insuficiencia cardíaca.
En el caso de esta paciente, además, la patología se veía agravada por una escoliosis muy acentuada que dificultaba el acceso al corazón. Por eso, el equipo de cirugía cardíaca optó por usar un robot quirúrgico que, a través de cuatro pequeñas incisiones en el tórax de la paciente (de ocho milímetros de diámetro cada una), les permitió introducir una cámara en el corazón para ver la zona quirúrgica y el instrumental necesario para llevar a cabo la intervención. De este modo, un equipo médico del Centro de Cardiopatías Congénitas consiguió cerrar, por un lado, la conexión entre las dos aurículas y, por otro lado, reparar la válvula mitral dañada. La intervención, que tuvo lugar en noviembre, duró cuatro horas e intervinieron una decena de profesionales.
El segundo paciente intervenido mediante cirugía cardíaca robótica es un joven de 15 años que hace meses fue tratado de una comunicación interauricular mediante cateterismo y que había presentado una infección del dispositivo de cierre (endocarditis).
El director del centro, el Dr. Daniel Pereda, explica que, en el caso de los niños, la cirugía robótica está limitada por la altura y edad de los pacientes porque los enseres quirúrgicos han sido ideados y diseñados a medida de los adultos. Por eso, ahora mismo los cirujanos se plantean esta opción solo en los niños mayores y adolescentes.
Los principales pacientes candidatos a una intervención de este tipo son los que tienen las siguientes patologías: comunicaciones interauriculares, siempre que no se puedan resolver con un cateterismo; problemas en las válvulas mitral o tricúspide; o tumores cardíacos. La previsión es operar mediante cirugía robótica mínimamente invasiva una docena de pacientes cada año y empezar con una actividad anual de 20 cirugías toracoscópicas.