Un chico de 15 años, uno de los primeros pacientes pediátricos operados del corazón mediante cirugía robótica
Iu ha podido ser intervenido mediante esta técnica mínimamente invasiva gracias a una alianza entre el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona y el Hospital Clínic Barcelona.
Iu nunca sospechó que había nacido con una malformación en el corazón. Él y su familia lo descubrieron cuando a la edad de 15 años, su pediatra, en un control rutinario, le auscultó y sintió un soplo que la alertó. "La pediatra nos aconsejó que le viera un cardiólogo y, el profesional que lo examinó dictaminó que Iu presentaba una comunicación interauricular, una abertura en la pared que separa las cavidades del corazón o aurículas, y debía ser intervenido", relata su padre, Llibert.
El chico fue derivado al Área del Corazón del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona en septiembre de 2023 y pocas semanas después, en octubre, era intervenido. En ese momento, el equipo de cardiología valoró que lo mejor era reparar la malformación cardíaca mediante un cateterismo. Introdujeron un catéter a través de la ingle del niño, lo guiaron hasta el corazón y, una vez allí, liberaron un dispositivo entre las dos aurículas para cerrar el agujero.
La intervención fue un éxito e Iu pudo volver a casa al día siguiente. Todo iba bien y los controles se iban espaciando en el tiempo cuando sufrió una infección. El padre recuerda que "era Navidad. El día de Año nuevo empezó a tener fiebre. Como no dejaba de subirle, y pasó muy mala noche, al día siguiente lo llevamos al centro de atención primaria de Valldoreix. Los profesionales que le atendieron enseguida se movilizaron para trasladarlo en una ambulancia a la Mutua de Terrassa, primero, y desde allí a la UCI del Parc Taulí de Sabadell. Iu tenía una infección bacteriana que había provocado una sepsis".
En el Parc Taulí le administraron un tratamiento antibiótico para controlar la infección y contactaron enseguida con el equipo de cardiología de Sant Joan de Déu. La infección bacteriana afectaba al corazón y al dispositivo implantado entre las aurículas, y era necesario operarlo para sustituir el dispositivo por uno nuevo. Ambos equipos acordaron trasladar al paciente para operarle y 48 horas después, Iu entraba en quirófano.
En aquellas fechas, el Hospital Sant Joan de Déu ya se había aliado con el Hospital Clínic para crear el Centro de Cardiopatías Congénitas SJD-Clínic que permite dar una atención continuada, y a lo largo de todas las etapas de la vida, a niños y niñas que nacen con una cardiopatía congénita. Esta alianza ha permitido extender a la población infantil y juvenil algunos procedimientos que, desde hacía tiempo, se llevan a cabo en adultos, pero no en niños y jóvenes, como es el caso de la cirugía robótica.
Iu fue uno de los primeros pacientes que pudo beneficiarse de esta cirugía mínimamente invasiva. Cuando el equipo médico le propuso esa opción, ni él ni su familia dudaron. El chico comenta que "a uno de mis hermanos pequeños le operaron del corazón de pequeño, pocas horas después de nacer, y le dejaron una cicatriz muy grande en el pecho. Yo no quería que me quedara como a él". "La diferencia es radical" añade su padre, "la operación que le han hecho a Iu es mucho menos agresiva, la recuperación ha sido mucho más rápida y el perjuicio estético, mucho menor. A Iu no se le ve casi la cicatriz".
Iu fue trasladado el 18 de enero al Hospital Clínic, una de las dos sedes del nuevo Centro de Cardiopatías Congénitas de Barcelona, que dispone del robot necesario para realizar este tipo de intervención. Fue operado y, tras una breve estancia en la unidad de cuidados intensivos, fue trasladado al Hospital Sant Joan de Déu, donde permaneció ingresado hasta que lo dieron de alta. Actualmente, puede llevar una vida sin limitaciones. "Desde hace unas semanas vuelvo a jugar al fútbol", explica.