Sant Joan de Déu atiende un 47% más de urgencias de salud mental en el primer trimestre de 2021
El centro presenta el 12º informe FAROS, que recoge los principales problemas de salud mental que pueden tener los adolescentes y explica como se pueden detectar, tratar y prevenir
Entre un 10% y un 20% de los adolescentes experimentan trastornos mentales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La mitad de estos trastornos se manifiestan antes de los 14 años.
Los expertos aseguran que la detección e intervención precoz en salud mental es la mejor inversión de futuro en reducir prevalencias, coste, morbilidades y reducir la progresión de la enfermedad. Explican que el tiempo que pasa desde la aparición de los primeros síntomas hasta el tratamiento es clave para la recuperación del paciente en muchos casos.
Por ello, consideran importante que el entorno del joven -padres y educadores- dispongan de información y sepan detectar una serie de señales de estos trastornos que les permitan alertar y pedir ayuda a los profesionales sanitarios lo antes posible.
En este contexto, la plataforma de salud FAROS del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona ha elaborado un informe que recoge los principales problemas de salud mental que pueden tener los adolescentes, y explica cómo se pueden detectar, tratar y prevenir.
Los datos asistenciales del Hospital Sant Joan de Déu ponen de manifiesto el crecimiento de casos que se está produciendo en el contexto de la pandemia de COVID-19. Cabe destacar el incremento del 47% de los pacientes atendidos en urgencias por motivos de salud mental en el primer trimestre del año en comparación con el mismo período del 2020.
Los principales problemas de salud mental en la adolescencia
El informe FAROS repasa los principales problemas de salud mental, como la ansiedad, la depresión, la psicosis o el TDAH. También dedica un capítulo especial a las particularidades de la adolescencia en el caso de los niños y niñas con autismo, y se abordan algunos aspectos que suponen retos para la cotidianidad, como puede ser el uso de las nuevas tecnologías y la conducta autolesiva.
El informe proporciona elementos claves para la detección de señales de alarma de forma genérica y concreta en algunos trastornos. Aborda la comunicación con el hijo o hija adolescente y las claves para una aproximación en esta etapa de oportunidades. Y finalmente, se ha elaborado un decálogo donde se incluyen los puntos importantes para comprender y promover la salud mental del adolescente.
Cabe decir que los autores del informe han decidido dejar para más adelante la reflexión sobre el fracaso escolar y el consumo de sustancias, dos grandes retos que también tienen lugar en esta etapa.
Los trastornos de ansiedad, los más frecuentes
Los trastornos de ansiedad son los problemas de salud mental más frecuentes en la infancia y la adolescencia. Los estudios epidemiológicos muestran que afectan a entre un 9 y un 21% de los niños y adolescentes (Kashani y Orvaschel, 1990; Ruiz y Lago, 2005), y que han ido en aumento en los últimos años (Infocop 2019). Específicamente en España, se calcula que un 5% de los adolescentes sufre depresión y que entre un 10 y un 20% presenta problemas de ansiedad, según la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA). Sin embargo, muchos de estos trastornos no son siempre fácilmente detectables. Es importante estar atentos, porque detectados a tiempo previenen presentaciones más severas y persistentes en la etapa adulta.
Uso excesivo de las nuevas tecnologías
Aunque las encuestas indican que la población joven y adolescente del mundo occidental hace un uso excesivo de las nuevas tecnologías, los expertos aclaran que no es tan importante el tiempo que dedican como el uso que hacen y los contenidos que consultan. La pregunta que también nos debemos hacer es: ¿Dedican su tiempo a otras actividades sociales y / o de ocio que no son las TIC?
Aumentan también las autolesiones
En las últimas décadas se ha producido un aumento de los jóvenes y adolescentes que se autolesionan o infringen un daño corporal sin intención de provocar la muerte. Tradicionalmente, esta conducta ha sido asociada a trastornos mentales graves, pero ahora también se está dando en jóvenes sin patologías psiquiátricas establecidas.
Estudios publicados en los últimos diez años indican que en Cataluña un 11,4% de jóvenes se han autolesionado alguna vez en su vida (Departament de Salut, Generalitat de Catalunya) y en Europa se habla de una prevalencia del 27,6%.
Con la conducta autolesiva, los jóvenes buscan reducir, gestionar o escapar de la tristeza, la rabia u otras emociones negativas. Los expertos alertan de que las autolesiones son una conducta con un riesgo de contagio muy alto. Por eso, desaconsejan al profesorado abordar el tema en clase cuando detecten un caso. Los autores del informe consideran que las autolesiones constituyen un reto para la comunidad educativa, y por ello, defienden la creación de un protocolo de actuación y de un plan de formación específica para el profesorado que les permita detectar estos casos lo antes posible.
El confinamiento y los trastornos de la conducta alimentaria (TCA)
El confinamiento ha supuesto un factor de estrés significativo para la población con una patología mental previa y, en el caso de las adolescentes con un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) como es la anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón, un factor de riesgo de recaída y empeoramiento. En los TCA, nueve de cada diez afectadas son chicas.
En el último año, en los centros de salud mental infantil y juvenil del ámbito comunitario en Cataluña, han aumentado las consultas de TCA en primeras visitas un 25% y en la Unidad de TCA del Hospital Sant Joan de Déu se han doblado las derivaciones urgentes.
Descarga el informe FAROS
El informe "Una mirada a la salud mental de los adolescentes. Claves para comprenderlos y acompañarlos" está disponible en formato digital para su descarga gratuita en el web de la plataforma de salud FAROS del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona.