"Pedimos una segunda opinión a neurocirujanos pediátricos y nos alegramos de haber operado a nuestro hijo aquí"
Una familia procedente de la República Dominicana explica cómo ha sido la cirugía para corregir la craneosinostosis de su bebé.
"Todo empezó cuando Luis Carlos nació y, en una primera exploración, al palpar su cabecita, el pediatra vio que nuestro hijo tenía las fontanelas cerradas". Así relata Patricia el momento en que, por primera vez, su médico de referencia les indicó que podía haber una deformidad en el cráneo de su bebé. "Nuestro doctor nos previno de que podía ser una posible craneosinostosis y nos dijo que haríamos seguimiento y mediciones de la cabeza del pequeño. Dos semanas después, vio que las suturas sagitales estaban cerradas e hizo un TAC cuyo resultado confirmó el diagnóstico".
Los médicos explicaron a Patricia y a su marido que la solución para el problema del pequeño era la neurocirugía y que debía hacerse de forma temprana. "En ese momento empezamos a pensar en salir de nuestro país y en pedir una segunda opinión, ya que hay buenos neurocirujanos en República Dominicana, pero apenas hay especialistas en pediatría", explica la madre del pequeño. Desde Santo Domingo, y mediante su aseguradora, la familia se asesoró para poder viajar a Estados Unidos o Europa si era necesario para operar al bebé.
En ese período de tiempo contactaron con el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona para pedir la segunda opinión del centro. "Se pusieron en contacto con nosotros porque yo había operado a un paciente de Centro América por un caso similar", explica José Hinojosa, jefe del Servicio de Neurocirugía Pediátrica. “Había diferencias de opinión de nuestro hospital respecto a otros en lo relativo a la edad y a la técnica empleada, nosotros usamos varias técnicas e intentamos operar de forma óptima alrededor de los cuatro meses del bebé”.
Intervenir lo antes posible, imprescindible en casos de craneosinostosis
El neurocirujano explica que el pequeño había sido correctamente diagnosticado en el país de origen. "La craneosinostosis es un cierre precoz de la sutura del cráneo que produce una deformidad y un aumento de la presión cerebral. Por eso fue bueno que la detectasen en seguida, ya que hay que operar a los niños y niñas que la padecen lo antes posible", detalla Hinojosa. La técnica quirúrgica con la que se abordan los casos de estos pacientes depende de cada hospital y del tipo de deformidad que tienen.
En el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, se interviene a los pequeños con esta malformación preferiblemente entre los tres y los cinco meses. Se suele corregir el problema mediante endoscopia, una técnica poco invasiva y con excelentes resultados. En este caso, al tratarse de un niño mayor de seis meses, se optó por otra técnica - menos habitual - que supone una variación respecto a las que se emplean hace años. "Se trata de la técnica de H y Ω (Omega), con la que logramos devolver las proporciones normales al cráneo, resolver el problema del aumento de presión cerebral y, algo muy importante, reconstruir el cráneo de modo que no haya defectos tras la operación", explica el Jefe de Neurocirugía del Hospital, José Hinojosa. Intervenir de forma temprana a estos pacientes permite, además, un buen resultado desde el punto de vista cosmético.
"Gracias al apoyo de un fantástico equipo de anestesiología experto y de una UCI Pediátrica de primer nivel, se puede intervenir en torno a los seis meses de edad en nuestro centro. De hecho, esta es una cirugía compleja que hacemos de forma relativamente rutinaria y con buenos resultados", concluye Hinojosa. Los datos lo avalan: solo en 2020 se han realizado más de 50 intervenciones de craneosinostosis con una tasa de éxito del 99%, con un tiempo relativamente rápido de recuperación y sin apenas complicaciones. El pequeño Luis Carlos es un ejemplo, ya que fue dado de alta tan solo cinco días después de la cirugía gracias a su buena evolución.
"Durante unos meses pedimos una segunda opinión a neurocirujanos pediátricos y nos alegramos de haber operado finalmente a nuestro hijo aquí", afirma la madre de Luis Carlos. "A través de dibujos, el doctor nos explicó cómo iban a operar a Luis y nos transmitió mucha calma, porque cuando te explican que van a operar la cabecita de tu bebé, eso impacta mucho. Pero todo el mundo nos dio mucha información y estamos muy satisfechos", resume Patricia, que añade que viajar para una intervención en tiempos de pandemia no ha sido fácil, pero han encontrado el apoyo necesario en el equipo de atención al Paciente Internacional. "La acogida y el trato personalizado han hecho que nos sintamos en casa, desde que llegamos a Barcelona hasta que nos hemos ido".