“Mi visión sobre la enfermería pediátrica se ha ampliado durante la residencia de enfermería en Sant Joan de Déu”
En 2015 Marta terminó la carrera y decidió presentarse a los exámenes de Enfermera Interna Residente (EIR). Le faltan pocos meses para terminar su residencia, de la que hace un balance positivo.
Cuando Marta tuvo que elegir un hospital para realizar la residencia EIR de enfermería tenía claro que quería un centro monográfico pediátrico, que fuese grande, atendiese un gran volumen de pacientes y de diversa complejidad. El Hospital Sant Joan de Déu no fue su primera opción porque lo desconocía, pero ahora asegura que volvería a escoger este centro.
¿Cómo está siendo tu proceso de aprendizaje durante la residencia en el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona?
Está siendo y ha sido, hasta ahora, un proceso natural y progresivo. Yo vengo de Sevilla y, al principio, me preocupaba el cambio de ciudad, el catalán o el uso de distintos sistemas informáticos. Pero desde el primer día todas las compañeras me han dado la información que he necesitado: ni el idioma ni el sistema han sido un problema.
¿Hacéis lo mismo que el resto de enfermeras?
En un primer momento acostumbramos a seguir a la enfermera referente durante al menos un par de semanas; especialmente en mi caso, ya que la primera rotación fue en la planta de Oncología, donde hay mucho trabajo y casos complejos. Luego vamos ganando autonomía y la supervisión es más indirecta. Llega un punto en el que puedes realizar el seguimiento de pacientes que has ido viendo desde el inicio de tu rotación en cada especialidad, y en los distintos turnos. Trabajar de mañana, tarde y noche (en este caso la rotación más breve) te hace entender la importancia de dar continuidad a los cuidados.
¿Qué responsabilidades asumís y de qué manera?
Las responsabilidades se asumen de forma gradual y, en no mucho tiempo, haces lo mismo que todas las enfermeras (a no ser que sean casos o técnicas que desconoces). En general, adquieres confianza y responsabilidad a medida que avanza el tiempo y tienes más conocimientos. Desde el primer día te lo explican todo, están por ti, y eso te hace sentir segura en la toma de decisiones.
"Me he dado cuenta de que, como enfermera, nunca dejas de aprender: el proceso es contínuo."
¿Cómo resolvéis las dudas, mediante consultas o mediante trabajo en equipo?
Las preguntas que necesitamos resolver de manera inmediata las trasladamos a la enfermera referente o a las supervisoras de las plantas. Para las cuestiones más académicas o de profundidad, en cambio, recorremos a las tutorías. Las sesiones semanales (individuales y en grupo) también nos permiten plantear dudas y compartir experiencias con otras enfermeras residentes. Además podemos consultar numerosos protocolos que el Hospital comparte en Internet o bibliografía específica sobre lo que nos interesa.
¿Cuántas residentes hay por turno?
Hay una residente por turno y no es necesario repartirse el trabajo, así que adquieres mucha experiencia en un lapso de tiempo relativamente corto. En ocasiones coincidimos con otros estudiantes, pero no supone ningún problema ni altera nuestro ritmo de trabajo.
¿Es muy distinta la teoría que la práctica?
Sí que es distinto, pero la teoría es imprescindible para la práctica, y da sentido a ésta. La teoría te permite entender técnicas y metodologías. Sin embargo la práctica te enseña a adaptar los procedimientos, que no son lo mismo con niños que con adultos, o a poner a prueba tus habilidades sociales, entre muchas otras cosas.
¿En qué unidades has estado y a cuál te quieres orientar?
Ahora mismo estoy en Cuidados Paliativos y sólo me falta pasar por la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos y la atención domiciliaria. Ya he pasado por Neonatología, Oncología, Hospital de día y otras Unidades. Lo cierto es que aún no me he terminado de decidir porque la residencia de enfermería me ha permitido darme cuenta de que me gustan muchas cosas.
¿Qué has aprendido hasta ahora?
He adquirido muchos conocimientos teóricos y prácticos. Si tuviese que resumir qué he aprendido hasta ahora, me he dado cuenta de que en la profesión de enfermera no terminas nunca de aprender y el proceso es continuo. En la vertiente más humana de la profesión ha aprendido a tratar con niños y también con sus familias en circunstancias de todo tipo.