Jaume Mora, director científico del Servicio de Oncología y Hematología, y Larissa, la madre de Iván, explican cómo la inmunoterapia anti-gd2 ha permitido tratar el neuroblastoma de su hijo.
Iván y su familia llegaron a Barcelona desde Bielorrusia después de un largo proceso médico iniciado en su país. Cuando Vanya (como le llaman sus padres) tenía 4 años le diagnosticaron un neuroblastoma, el tumor sólido más frecuente en los primeros años de vida. En el país de origen extirparon el tumor al pequeño y le realizaron un tratamiento con quimioterapia. Pero los padres de Iván querían evitar la recaída de su hijo y por ello vinieron al Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, el único en Europa donde está disponible la inmunoterapia anti-gd2 para los pacientes con neuroblastoma de alto riesgo.
El caso de este paciente tenía una dificultad añadida: Iván debía someterse a una intervención para corregir su columna vertebral antes de recibir el tratamiento. La cirugía se llevó a cabo con éxito en un proceso coordinado entre el equipo de Cirugía y el de Oncología de nuestro centro. Al ver que Iván evolucionaba favorablemente durante la rehabilitación, y con el cáncer en fase de remisión, los especialistas consideraron que era el momento idóneo para iniciar la inmunoterapia anti-gd2. Según explica Jaume Mora, director científico del Servicio de Oncología y Hematología, esta terapia consiste en "modificar o educar el sistema inmunitario del paciente para que pueda reconocer las células del neuroblastoma y que, cuando el tumor intenta reactivarse, tenga menos posibilidades de hacerlo."
La madre de Iván, Larissa, relata el proceso: "El doctor Mora nos explicó el tratamiento. Presentó el calendario de la inmunoterapia y nos explicó los efectos de ésta y los fármacos que tomaría Iván. Todo ha sido claro, hemos estado orientados durante el proceso." Después de informar a la familia del pequeño, con la ayuda de la intérprete del Hospital, de origen ruso, empezó el tratamiento.
La inmunoterapia es eficaz en los casos en que la enfermedad es prácticamente indetectable, por lo que no todos los pacientes son candidatos a recibir esta terapia. Sólo en estos pacientes, según el doctor Jaume Mora, los resultados son esperanzadores.
Se ha demostrado que se reducen en un 20% las posibilidades de reaparición de la enfermedad.
El pronóstico de Iván es bueno, por el momento, y se espera que su evolución también lo sea. La recuperación de la cirugía le permite, además, correr y jugar como no podía hacerlo antes. Y mientras Iván crece y es monitorizado por el equipo médico, continua la tarea de investigación del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. El objetivo: ofrecer las mejores soluciones posibles para cada caso.