Tras los primeros siete meses de su residencia como enfermera pediátrica en el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, Inés Villasuso hace un balance muy positivo de la experiencia. En esta entrevista nos cuenta lo mucho que ha aprendido y cómo es ser EIR en nuestro hospital.
¿Qué te hizo decidir por la enfermería pediátrica?
Antes empezar la carrera de enfermería ya tenía claro que quería dedicarme a la enfermería pediátrica, lo tenía muy claro.
Y ¿por qué elegiste el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona para hacer la residencia?
Sant Joan de Déu fue mi primera opción. Como decía, quería dedicarme a la enfermería pediátrica y busqué el asesoramiento de mis profesores en la universidad y en la academia donde preparé el EIR. Su consejo fue que, si no me importaba ir fuera de Galicia, viniera a Sant Joan de Déu, que es el centro de referencia en pediatría.
Entonces has cambiado de lugar de residencia. ¿Cómo se vive en Barcelona?
Yo estoy muy contenta porque tengo una hermana melliza que hace 5 años que vive en Barcelona, así que vivo con ella y estamos muy bien. Las seis residentes de enfermería pediátrica de este año somos de fuera, y mis compañeras también piensan que es una experiencia muy positiva. Sí que es cierto que, como nuestro sueldo lo pone el Estado y vivir en Barcelona es más caro que en otras ciudades, da para menos aquí.
¿La residencia en Sant Joan de Déu es lo que esperabas?
Sí, en muchos aspectos sí, sobre todo en lo que puedo aprender en este hospital, por la complejidad de los pacientes que tratamos. En cuanto a práctica habitual, yo ya he trabajado a tiempo parcial en centros en Galicia y en cada centro se hacen las cosas de manera diferente, pero básicamente es el mundo hospitalario y hay muchas cosas comunes. Un aspecto que creo que se puede mejorar es que se conozca más la figura de la enfermera residente, es una figura nueva y aún hay mucha gente que no sabe qué podemos y qué no podemos hacer.
¿Cómo es un día normal para una residente de enfermería?
Hay que venir con ganas y aprendes mucho. La verdad es que evolucionamos muy rápidamente, estamos en cada planta unos dos meses y notas que aprendes, y eso reconforta mucho. El primer día llegas y no entiendes nada, vas muy perdida, pero las últimas semanas te manejas genial y te sorprende lo mucho que has aprendido en tan poco tiempo, eres otra persona.
Y además tenéis parte teórica en vuestra formación, ¿verdad?
Sí, en la residencia tenemos los cursos del plan transversal, que son comunes para MIR, EIR y FIR, de tipo teórico, y aparte, todas las semanas las EIR preparamos sesiones clínicas para las enfermeras residentes, tanto de pediatría como de ginecología y obstetricia. Para estas sesiones, hacemos una búsqueda de información y bibliográfica sobre un tema que nos interesa y lo exponemos al resto de compañeras.
La figura de la enfermera experta cada vez es más importante, sobre todo en un hospital temático como Sant Joan de Déu, ¿has pensado ya en especializarte en algún campo concreto?
Creo que todavía necesito rotar por todos los campos para decidir en cuál me quiero especializar. Llevamos solo 7 meses y, sí que vas viendo lo que te gusta más, pero creo que necesito la visión integral de la residencia para poder decidir. Lo que sí creo es que la especialización te hace ser mejor en tu trabajo.
¿Te gustaría seguir vinculada al Hospital Sant Joan de Déu al acabar tu residencia?
Lo cierto es que sí, me gusta mucho estar aquí.