Sant Joan de Déu crea la figura del asistente clínico para mejorar la atención asistencial
El Hospital Sant Joan de Déu Barcelona innova con la creación de la figura del Asistente Clínico que ya se ha instaurado en el Servicio de Oncología y Hematología, el de Ortopedia y Traumatología, el de Cirugía y el de Neurocirugía del Hospital.
A raíz de un análisis de las necesidades de profesionales y servicios del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona se detectó que los equipos asistenciales tenían una carga administrativa excesiva y que los procesos podían optimizarse con el encaje de esta nueva figura en los equipos. Así fue como nació la figura del asistente clínico en una prueba piloto primero en el Área de Oncología, en enero de 2020 y, posteriormente, en septiembre de 2020 en el Servicio de Ortopedia y Traumatología, y se ha extendido también a los Servicios el Cirugía y de Neurocirugía del Hospital.
Los principales objetivos del asistente clínico son disminuir la carga administrativa de los equipos asistenciales y mejorar la experiencia de los pacientes y sus familias. Lo hacen asumiendo la coordinación de los aspectos administrativos de las diferentes fases del proceso asistencial, realizando peticiones, programando pruebas, procedimientos y otras labores burocráticas, siempre bajo delegación del equipo médico. De esta forma, los equipos asistenciales se liberan de las tareas administrativas que recaían en ellos y pueden dedicar más tiempo de calidad a las consultas, revisar las historias médicas y participar en proyectos de investigación.
Los pacientes y sus familias también han visto mejorada su experiencia gracias a la incorporación de este nuevo rol a los equipos, ya que ha reducido los tiempos de espera, ha optimizado los circuitos administrativos y les permite centrar las consultas con el personal. asistencial en el ámbito médico.
El reto de ser la primera asistente clínica
Mariona Marsal estrenó la figura del asistente clínico en el plan piloto de enero 2020. Con un bagaje de 7 años como administrativa en el Hospital de Día se le ofreció incorporarse al equipo de Oncología con este rol. Para ella supuso un reto y una oportunidad de crecimiento profesional que ponía en valor todas las tareas del equipo administrativo que son imprescindibles para el buen funcionamiento de todo el equipo.
Marsal destaca la importancia de trabajar codo con codo con el equipo médico, puesto que es lo que permite establecer una relación de confianza entre todas las partes y de colaboración absoluta.
Su principal función es la de gestionar las peticiones y realizar seguimiento de las pruebas que requiere cada paciente, que en el ámbito de la oncología son muchas y necesitan una inmediatez en la programación que hace que sea vital que se gestionen de forma rápida y eficaz. Para ella es fundamental que todo el equipo apueste y confíe en el asistente clínico, ya que según indica “si tiene un buen encaje dentro del servicio puede ser la clave para que los procesos se optimicen y salgan beneficiados tanto el equipo como los pacientes y sus familias”.
Un perfil profesional que se extiende a servicios y unidades del Hospital
El Servicio de Ortopedia y Traumatología fue el segundo en incorporar la figura del asistente clínico. Toni Díaz también era trabajador del Hospital, en su caso con experiencia como auxiliar de enfermería en Urgencias y auxiliar administrativo en Consultas externas, cuando le surgió la oportunidad de asumir este nuevo rol.
Después de más de un año como asistente clínico, destaca que es una posición que da valor a la labor de los administrativos y lo que más valora de su día a día es la relación que establece con los pacientes y familias. Y es que Díaz tiene una relación muy directa a los usuarios.
Una de las funciones que desempeña es la de gestionar los preoperatorios y confirmar que pacientes y familias tienen claros todos los pasos necesarios hasta el momento de la cirugía. En el Servicio de Ortopedia y Traumatología la principal mejora que ha aportado la inclusión del asistente clínico es la reducción de las listas de espera de las programaciones y de las reclamaciones y el absentismo.
Ambos coinciden en que el asistente clínico debe tener la visión 360 grados de su servicio. Una visión global que le permitirá apoyar a todos: equipos médicos y de enfermería, pacientes, personal administrativo para garantizar que todas las piezas del equipo encajen a la perfección. Con esta visión, aseguran, el asistente clínico puede ser clave del engranaje para mejorar significativamente las dinámicas de trabajo de los equipos sanitarios.