El rol de la Enfermera de Práctica Avanzada mejora la atención a los pacientes con cirugías leves
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En el caso de la cirugía de la fimosis, por ejemplo, la implementación de las EPA ha reducido la lista de espera de niños con una posible fimosis quirúrgica en un 91,6%.
En el año 2014 el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona inauguró la consulta enfermera para el abordaje avanzado de patologías quirúrgicas para tratar pacientes con fimosis. En la consulta se visitan 1.000 pacientes al año de media. La implementación de este rol de enfermería ha reducido la lista de espera de niños con una posible fimosis quirúrgica en un 91,6% de.
La enfermera se encarga de evaluar cada caso y determinar si el niño presenta una fimosis con indicación quirúrgica o no y lo acompaña, conjuntamente con la enfermera de anestesia, durante todo el tratamiento.
En el año 2014 el Hospital detectó que el equipo de cirugía recibía un gran número de consultas al año para valorar una posible fimosis quirúrgica. Chelo Martín, enfermera experta en patologías quirúrgicas leves y enfermera estomatoterapeuta, comenta que se valoran de 30 a 34 pacientes cada semana. Antes estos niños debían ser visitados por un cirujano y como no se trataba, a priori, de una patología grave, el número de pacientes se iba acumulando a lo largo de los meses. Viendo que cada vez había una lista de espera más extensa, el Hospital decidió formar a una enfermera como experta en el tratamiento de la fimosis.
Funciones de la Enfermera de Práctica Avanzada (EPA) experta en el tratamiento de los pacientes afectados por una fimosis
Los niños llegan al Hospital desde los Centros de Atención Primaria (CAP), porque su pediatra detecta que puede haber alguna anomalía en su pene. La enfermera de la consulta de cirugía los explora y evalúa si presentan una fimosis operable o no. En caso de que la valoración sea afirmativa, se pide el asesoramiento del cirujano para que termine de confirmar el diagnóstico. A partir de este momento la enfermera continúa llevando a cabo la anamnesis quirúrgica del paciente y, al mismo tiempo, valora si tiene un riesgo anestésico de grado bajo, medio o alto.
Si el niño no presenta ningún riesgo adverso, se inicia el protocolo para formalizar lo que se llama el «preoperatorio de enfermería» durante el cual, la enfermera de anestesia realiza una consulta telemática con el niño. En función de toda esta valoración el niño pasará a ser intervenido quirúrgicamente. En caso de que el paciente tenga un riesgo anestésico más elevado, la consulta se hará presencialmente.
La familia llega al Hospital el día de la cirugía con toda la información disponible y previamente comentada en la consulta de la enfermera quirúrgica. En caso de que haya sido necesario, la enfermera de anestesia también habrá intervenido en este proceso informativo.
Una vez realizada la intervención, el paciente ingresa unas horas en el servicio de la Unidad de Cirugía Ambulatoria (UCA) donde la enfermera del departamento realiza toda la capacitación y educación sanitaria a las familias, para que éstas sean capaces de realizar los cuidados una vez llegan a su domicilio.
Otra de las funciones clave de la enfermera de la consulta de cirugía es la de informar al paciente y su familia sobre cómo irá todo el protocolo quirúrgico. Este proceso consiste en explicarles qué es la fimosis, como se realizará la intervención, qué consideraciones se tienen en cuenta, como será el post operatorio y lo más importante: cómo se deberán hacer los cuidados en el domicilio y qué actividades y hábitos se podrán hacer con normalidad. En definitiva, el objetivo es acompañar a estos pacientes para que todo el tratamiento sea lo más agradable y seguro posible.
Mejora la satisfacción de los pacientes y la de sus familias
Para conocer la satisfacción de los usuarios sobre este nuevo planteamiento asistencial se realizan unas entrevistas tanto a los pacientes, como a sus familias. Los resultados de estas encuestas de satisfacción determinan que, con la incorporación de la enfermera especialista en este proceso, se aumenta la confianza de las familias en la institución, ya que perciben una muy buena coordinación y seguimiento de todas las acciones. En definitiva, se mejora la satisfacción de los usuarios, sobre todo porque se sienten muy bien acompañados a lo largo de todo el tratamiento.
Además, las familias valoran muy positivamente el hecho de poder irse a casa el mismo día de la intervención quirúrgica, así como la llamada que hace la enfermera de la UCA 24 horas después de haberse realizado la cirugía para confirmar que todo sigue su curso satisfactoriamente.
Mediante este nuevo procedimiento asistencial, la enfermera experta en patologías quirúrgicas leves empodera a las familias, les ofrece más apoyo educativo e información, las acompaña durante todo el proceso, tanto si éste es médico como quirúrgico, alivia sus miedos y dudas y garantiza la atención individualizada de cada paciente. Es en el momento de las visitas sucesivas y de los cuidados, donde se resuelven todas estas dudas y se refuerzan otras cuestiones relacionadas con la asunción de hábitos saludables.