“Quiero que los residentes disfruten, aprendan, se formen, estén acompañados y también que cuiden su vida personal”

Elisabeth Esteban Torné, actual jefa de estudios del Hospital San Joan de Déu Barcelona, nos explica cómo se enfoca la docencia desde el Hospital, cuáles son los puntos fuertes del centro y qué es lo que más valoran los residentes durante su estancia.
Elisabeth Esteban es intensivista pediátrica en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. Además, desde hace cuatro años, es jefa de estudios del Hospital, pero su vinculación con la docencia y la formación viene de lejos, concretamente desde que ella hizo su residencia. “Siempre me ha gustado mucho estudiar y, de hecho, continúo formándome. Con la docencia podemos transmitir el conocimiento que tenemos a residentes y también a otros profesionales que quieren continuar aprendiendo y mejorando”, detalla Esteban.
Antes de ser jefa de estudios, Elisabeth fue tutora de residentes durante 12 años. Actualmente, también es presidenta de la Comisión de Docencia, que vela para que se cumplan todas las condiciones normativas y conseguir unificar la parte formativa y asistencial de los residentes, imparte cursos de formación y es profesora asociada en la Universitat de Barcelona.
¿Qué hace una jefa de estudios?
Es similar a lo que hace un tutor, pero adoptando una visión global. Acompaño a los residentes en su paso por el Hospital, poniendo atención a sus necesidades, haciendo seguimiento de proyectos y ofreciéndoles opinión profesional. Básicamente, los escucho y ayudo en todo lo necesiten. Por eso, mi despacho siempre está abierto y todos tienen mi contacto por si lo necesitan. Es importante, pero, que un jefe de estudios vele porque el plan formativo se cumpla para garantizar la excelencia del centro.
¿Qué te motiva a implicarte tan a fondo en la tarea formativa?
Siempre me ha gustado mucho estudiar, supongo que como a todos los que nos movemos por este mundo. Lo que más me motiva, como docente, pero también como alumna, es la satisfacción y el aprendizaje que genera aplicar los contenidos aprendidos en libros de texto, manuales o protocolos. Todos estos escritos, la gente se los puede leer. Pero la clave es ver como abordarlo. Explicar una situación vivida aporta valor a lo que se enseña y la manera de explicar se transforma.
También me parece esencial en esta tarea detectar las necesidades personales de cada persona. Cada cual tiene su manera de aprender y, en lo posible, intento hacer una formación a medida para nuestros residentes.
La mayoría de la gente, una vez acabada la etapa formativa, continúa vinculada profesionalmente al centro. Esto es lo que queremos, retener el talento.
¿Cuáles dirías que son las características diferenciales del Hospital?
Sin ninguna duda diría que el ambiente fantástico que tenemos es un hecho a destacar. Durante los años de residencia se crean unos lazos con los compañeros que se mantienen toda la vida. Una muestra es que la mayoría de la gente, una vez acabada la etapa, continúa vinculada profesionalmente a nuestro centro. Lo que queremos es retener el talento, por lo tanto, lo valoramos positivamente.
Sant Joan de Déu es una institución maternoinfantil puntera en el ámbito europeo, pero es cierto que es un hospital monográfico. Esto supone que tenemos menos número de residentes, pero les podemos ofrecer formación especializada en las ocho áreas de trabajo que dominamos. Los residentes están absolutamente implicados en la vida de los servicios a los cuales pertenecen.
Y también tengo que mencionar las instalaciones y la tecnología del Hospital. Es un lugar pensado por y para el paciente y de paso hace que los profesionales que trabajamos aquí también disfrutemos de espacios abiertos, luz natural, zonas verdes y de maquinaria moderna y especializada.
¿Qué facilidades se les ofrece a los residentes del centro?
Tanto el director de investigación, Joan Comella, como yo promovemos mucho la formación y la investigación. Queremos que nuestros residentes disfruten de rotaciones externas y que puedan asistir a congresos nacionales e internacionales. Pensamos que es una oportunidad única para salir de donde están, conocer otras realidades y otros sistemas sanitarios. Son diferentes modelos que enriquecen la manera de trabajar de cada profesional.
Además, les incentivamos a hacer todos los cursos que necesiten y buscamos maneras para financiarlos, si no se imparten en el Hospital. En nuestro centro también tenemos muchas ofertas formativas para residentes, sobre todo becas de investigación que, económicamente, son muy competitivas.
¿Qué retos os proponéis desde el equipo de docencia?
El reto para mí es ir a mejor y no encantarse, porque siempre hay algo que podemos hacer mejor. Generaciones anteriores, especialmente en el mundo sanitario, hemos cuidado poco nuestra vida personal. Pero poder conciliar es necesario para tener una buena salud mental. Podríamos decir que mi objetivo es que los residentes disfruten, aprendan, se formen, pregunten, estén acompañados y también que cuiden su vida personal. Y, evidentemente, continuar acompañándolos y escuchándolos con la máxima dedicación.