El paciente, de origen polaco, llegó a Barcelona para recibir tratamiento de un neuroblastoma en una fase avanzada con un tumor que era complejo intervenir
Szymuś llegó procedente de Polonia al Hospital Sant Joan de Déu cuando tenía 2 años. Era un niño normal, sano y lleno de energía que crecía y se desarrollaba como todos sus amigos. El neuroblastoma no se manifestó en el pequeño hasta que estaba en un estadio avanzado. Los padres del niño notaron cambios en los ojos de Szymuś: tenía las pupilas grandes y empezó a ver mal.
En las pruebas detectaron que el pequeño tenía un tumor en la cabeza y en su país de origen lo operaron para extirpar una parte del mismo. Lamentablemente, el pequeño perdió la vista tras esa cirugía. La biopsia del tumor fue lo que determinó que la lesión era una metástasis y que el cáncer del pequeño era un neuroblastoma. Además, el niño tenía un gran tumor en el abdomen y metástasis en la médula ósea, los huesos y los ganglios linfáticos. El equipo médico propuso un plan de tratamiento, pero el niño estaba muy débil y el tumor no respondía satisfactoriamente a los fármacos y la situación empeoró. Fue entonces cuando la familia empezó a buscar tratamientos alternativos en otros países.
Tras las consultas y la revisión de la documentación médica por parte del equipo del Área de Oncología, el ya paciente viajó al Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, uno de los centros internacionales más especializados en el tratamiento del neuroblastoma.
Tras la primera visita con el doctor Jaume Mora, la familia se sorprendió porque el médico permitió al pequeño estar con sus padres y su hermano, dormir juntos y quedarse en casa. A causa del débil estado del pequeño, se le dieron algunas pautas y fármacos para que el niño se recuperase un poco antes de iniciar el tratamiento. En este caso el abordaje era complejo, ya que el tumor del niño estaba en una parte del abdomen que resultaba difícil de operar. El equipo de cirugía, liderado por el doctor Lucas Krauel, simuló en 3D la lesión del pequeño para que se pudiese preparar bien la intervención, que se alargó 7 horas y permitió extirpar prácticamente la totalidad del tumor.
Para aumentar las posibilidades de recuperación del niño se le ofreció realizar tratamiento de inmunoterapia en uso compasivo, concretamente cinco ciclos de naxitamab. La familia decidió que el pequeño recibiese este tratamiento, ya que tanto Szymuś como su familia tienen la determinación de seguir adelante para curarse y disfrutar de su infancia.
Szymuś está especialmente satisfecho de no tener que estar hospitalizado: "Estoy muy contento porque ya no tengo que dormir en el hospital y puedo recuperarme en casa junto a mi familia. Agradezco a todos los que me han apoyado en mi lucha, especialmente a los que han hecho posible que pueda viajar al Hospital Sant Joan de Déu Barcelona". Actualmente el pequeño está en remisión completa y espera superar el neuroblastoma a largo plazo.