La Jefa de estudios del Hospital Sant Joan de Déu hasta 2021, Iolanda Jordan, explica la evolución del MIR en el centro
La Jefa de estudios del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona (entre 2018 y 2021) realizó la residencia el año 1994. Iolanda Jordan confiesa que, desde entonces, tanto las necesidades como los métodos educativos han cambiado y la especialización de la residencia en Pediatría, Cirugía y Ginecología se ha multiplicado. Un proceso de cambio constante que la Dirección de Docencia del centro mantiene para la formación de los MIR.
¿Cuándo empezó la “metamorfosis” del MIR en Sant Joan de Déu?
El año 2015 se inició un proceso de reordenación a nivel administrativo y de consolidación de los itinerarios formativos de nuestros residentes que duró un par de años. Desde entonces, las distintas direcciones han trabajado en planes para la atención docente y la calidad de vida de nuestros médicos esta etapa de su formación.
¿Te atraía la idea de estar en contacto constante con los residentes?
Es una tarea que siempre me ha motivado, ya que a lo largo de mi carrera en el día a día he trabajado de forma muy cercana a ellos, particularmente en las guardias. Mantener la proximidad con los médicos internos residentes ha sido un elemento clave para conocer de forma directa sus necesidades.
¿Cómo describirías la formación del MIR y el trabajo en nuestro hospital?
El programa actual permite adquirir muchas competencias en áreas generales y especializadas. Cuando yo realicé la residencia en este hospital, el modelo era distinto: la formación estaba más dirigida a la pediatría general. Actualmente, en centros de referencia como el nuestro, se ha virado a un enfoque más especializado que convive con la atención global al paciente pediátrico.
Por otra parte, el aprendizaje del residente se basaba sobretodo en la instrucción asistencial y actualmente ha ganado mucho peso la docencia dirigida a competencias y a la investigación. A día de hoy, no se entiende una especialidad sin formación específica y complementaria, a parte de la vivencial.
¿Por qué se ha elegido este modelo docente en el Hospital Sant Joan de Déu?
En las encuestas de hace unos años se detectó la necesidad de aumentar el tiempo de aprendizaje mediante la formación específica, no solo la que se adquiere trabajando con los pacientes y sus familias. Nuestros MIR querían más tiempo y atención docente, pero nos dimos cuenta de que el formato de la enseñanza debía evolucionar.
Tras un análisis profundo concluimos que debíamos optar por una formación más práctica y atractiva, adaptada al alumnado del siglo XXI. Para ello pusimos en marcha un plan con la complicidad de los jefes de servicio, los tutores y los colaboradores docentes, así como de los propios residentes.
¿Esta complicidad funcionó?
Creemos que sí. Hicimos un balance de los cambios que íbamos implantando y se decidió incluir a los MIR mediante la creación de un Consejo de Residentes que nos hace llegar sus propuestas y participa en las decisiones. En este consejo hay residentes de Pediatría, Ginecología y Obstetricia, Cirugía, Enfermería (EIR) y otras especialidades. Para dar respuesta a sus demandas se creó el programa "Residente 360º".
Suena a plan de acción.
Es exactamente eso, un plan de acción para que las y los residentes aprendan trabajando con nosotros, para facilitarles el día a día (en la medida de lo posible) mediante mejoras formativas y laborales: innovamos en nuestros métodos docentes y cuidamos de los residentes que atienden a nuestros pacientes.
En base a este programa se ha intensificado la formación práctica con más sesiones de simulación, se han reforzado las sesiones online (por ejemplo en los cursos del plan transversal) y se han ofrecido herramientas para el cuidado no solo de los niños y sus familias. En esta última línea, hemos trabajado en estrategias de autocuidado y autoconocimiento de nuestros MIR. Los médicos internos residentes son un colectivo que sufre un desgaste físico y mental innegable, que en nuestro centro intentamos prevenir mediante esta y otras iniciativas.
Hemos innovado en nuestra línea docente, por ejemplo, organizando un "room scape" sobre atención a casos de sepsis, una sesión formativa ludificada sobre genética, simulando unos juegos olímpicos, o la evaluación de nuestros médicos internos residentes durante la atención real al paciente mediante la metodología Mini-CEX. Respecto al autoconocimiento que mencionaba anteriormente, hemos impartido un curso de comunicación basado en el modelo Bridge, una herramienta aplicable a la interacción con los pacientes y con los profesionales del Hospital.
Son muchos cambios. ¿Queda margen para innovar?
Por supuesto. Entre nuestros retos de futuro se encuentran la integración de todas las áreas y especialidades de los residentes mediante actividades formativas y de creación y trabajo en equipo. Nuestro objetivo es mantener y aumentar la excelencia clínica y científica, a la vez que trabajamos el cuidado a los residentes. Tenemos las mismas ganas de seguir evolucionando y aprendiendo que nuestros MIR.