El informe Faros propone en su onceava edición medidas para fomentar la práctica del deporte en la población infantil femenina
El último informe del portal FAROS de promoción de la salud y el bienestar infantil del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, avalado por el Consejo Superior de Deportes, analiza porque el 80% de las niñas no realiza la actividad física mínima recomendada por la OMS y plantea propuestas para cambiar esta tendencia. También desmiente creencias muy extendidas como, por ejemplo, que la práctica de ejercicio físico está contraindicada durante el embarazo o el ciclo menstrual y ofrece pautas a las mujeres para mantenerse activas durante estos períodos. En la elaboración de este informe han participado profesionales de diferentes ámbitos relacionados con la medicina deportiva, especialidad en la que nuestra Unidad de medicina deportiva es referente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que los niños y niñas, sin distinción de género, con edades comprendidas entre los 5 y 17 años deben acumular cada día 60 minutos de actividad física moderada o vigorosa aeróbica (caminar, correr, bailar, pedalear) a los que tienen que añadir, tres veces por semana, actividades vigorosas para fortalecer músculos y huesos (trepar, saltar a la comba, utilizar los equipamientos de los parques de juego, etc).
Las niñas españolas no suelen cumplir, en general, estas recomendaciones con los consiguientes riesgos que ello conlleva para su salud. Un informe sobre la actividad física en niños y adolescentes en España realizado por expertos de 6 universidades españolas y 2 centros de investigación, y que analiza datos recopilados entre 2006 y 2015, revela que el 80% de las niñas no cumple los niveles de actividad física mínima recomendados por la OMS.
Las niñas que no realizan actividad física o la abandonan precozmente pueden sufrir un peor estado de salud a lo largo de su vida. Numerosos estudios han puesto de manifiesto que la actividad física reduce el riesgo de sufrir múltiples enfermedades como la diabetes, algunos tipos de cáncer (cáncer de mama, pulmón, colon y endometrio); enfermedades cardiovasculares y osteoporosis.
No sólo su estado físico se puede resentir a largo plazo, también su estado de salud mental. El ejercicio físico actúa como protector frente al consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, y aporta muchos beneficios psicológicos: reduce los estados de ansiedad, previene la depresión (las mujeres son más vulnerables a sufrir trastornos de ansiedad) y mejora la tolerancia al estrés; mejora las funciones intelectuales, la autoconfianza, autoestima y aceptación social; aporta una mayor estabilidad emocional y ayuda a establecer relaciones sociales y mejora las existentes con el entorno
Además el deporte es un poderoso instrumento para romper los estereotipos que persisten en nuestra sociedad, y para la educación en valores y adquisición de habilidades que pueden resultar muy útiles en la vida adulta –como es la capacidad de liderazgo, el trabajo en equipo, la resiliencia o la equidad. Además, el deporte es un instrumento pedagógico debido a una característica que lo diferencia de otros contenidos educativos o fenómenos sociales: el hecho de que es lúdico y vivencial.
Propuestas en el ámbito de la escuela
En los patios de los colegios y en los equipamientos de ocio deportivo, ni el espacio ni los materiales se distribuyen equitativamente entre niños y niñas. El futbol, y quien mayoritariamente lo practica, ocupa el espacio central y más amplio mientras el resto de actividades, y quienes las practican, deben adaptarse al espacio sobrante, en los márgenes y espacios reducidos.
Las autoras y autores del informe consideran que el recreo ofrece una gran oportunidad para fomentar el juego y la actividad física en las niñas y apuestan porque la escuela coordine las tareas y actividades que se realizan en la asignatura de educación física con las actividades que se realicen en el recreo.
Por ello, entre otras medidas, proponen modificar el diseño de los patios escolares, abrir el gimnasio durante el recreo y transformar la asignatura de educación física. Consideran que los maestros no tienen que limitarse a impartir las clases en grupos mixtos sino que tienen que reducir la atención a las actividades deportivas que se asocian tradicionalmente a la cultura masculina, revalorizar las prácticas tradicionalmente asociadas al modelo cultural femenino y estimular la competencia crítica ante los estereotipos en la actividad física y el deporte.
Propuestas en el ámbito de la familia
Las familias también pueden favorecer la práctica de la actividad física en las niñas. Las autoras y los autores del informe indican que pueden hacerlo realizando actividades físicas en familia o explicando a las niñas las posibilidades de deporte que pueden practicar. También se puede fomentar animandolas a participar en actividades físicas sin presionarlas y ayudándolas a decidir libres de condicionamientos sociales sobre la práctica de un tipo u otro de deporte.
Otra forma de fomentar el deporte es mostrando interés por las actividades deportivas que hacen: Las niñas que practican un deporte suelen recibir menos apoyo parental que los niños, según un estudio realizado en niños y niñas de 3 a 5 años. El hecho de que los padres y madres ayuden en las tareas logísticas del club o la escuela deportiva también puede estimular la motivación por el deporte en las niñas.