Investigadoras del Hospital Sant Joan de Déu han descubierto que el interferón explica porqué algunas personas superan la infección sin síntomas y otras enferman gravemente
Un estudio liderado por dos investigadoras del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona señala el interferón, una proteína que segregan las células del sistema inmunitario, como un elemento clave en la respuesta del organismo ante la COVID que explicaría por qué algunas personas enferman gravemente mientras otras superan la infección de manera asintomática. Los niños presentan niveles más elevados de interferón tipo 1 que los adultos y este hecho explicaría en parte porque la COVID-19 tiene una incidencia menor y más leve en la población infantil.
Cuando una célula resulta infectada por un virus, secreta interferones, un tipo de citocinas o proteínas cruciales para controlar el crecimiento y actividad de otras células del sistema inmunitario. Estos interferones activan las defensas antivirales en las células cercanas a la infectada para limitar la propagación del virus.
Las autoras del trabajo, Iolanda Jordan, Mònica Girona i Laia Alsina, han comparado la respuesta del interferón y otras citocinas en más de 80 pacientes, adultos y niños, que han resultado infectados por SARS-CoV-2 y han presentado diversos grados de afectación. Su objetivo: identificar marcadores que permitan predecir, en el momento del diagnóstico, qué pacientes desarrollarán la enfermedad de manera grave con el fin de poder personalizar, en el futuro, su tratamiento y evitar la progresión.
Casos graves de COVID en niños y niñas
Aunque en la mayoría de los casos, los niños y niñas superan la COVID-19 sin apenas síntomas o síntomas leves, un porcentaje muy reducido de casos presentan durante el período postinfeccioso, a las 4-6 semanas de la infección, un síndrome multisistémico inflamatorio grave. Las autoras del trabajo han observado que estos niños tenían una respuesta del interferón mínima o retrasada que les causó una respuesta antiviral ineficiente en una fase inicial y una sobreproducción de citocinas e hiperinflamación a posteriori. Creen que esta mala respuesta en la producción de interferón del tipo 1 puede ser debido a factores genéticos u otros no identificados. En esta fase postinfecciosa, la producción de interferón de tipo 2 es la predominante, en contraposición de la de interferón de tipo 1 inicial.
Las investigadoras también han seleccionado dos genes y han comprobado que niveles bajos de expresión del gen CIITA y altos niveles de expresión del SOCS1 se correlacionan con los casos más graves de COVID.
Estos resultados, publicados en acceso abierto en la revista iScience, indican que el análisis del patrón de expresión de algunas citocinas y de los genes seleccionados podrían servir en el futuro como biomarcadores para identificar a los pacientes con más riesgo de desarrollar una COVID grave, lo que pudiera abrir la puerta a nuevas opciones terapéuticas para esta enfermedad.