La base genética del TDAH y el trastorno del espectro autista impacta en el rendimiento escolar de los menores
Un estudio muestra que la base genética de los trastornos del neurodesarrollo contribuye a los resultados académicos de los niños, niñas y adolescentes.
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el trastorno del espectro autista (TEA) son trastornos del neurodesarrollo que aparecen durante la infancia y a menudo interfieren en el rendimiento escolar. Un estudio coordinado por el Institut de Recerca Sant Joan de Déu (IRSJD), dentro del programa SJD MIND Escuelas, el Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VIHR) y el CIBER de Salud Mental (CIBERSAM) ha analizado el impacto de la base genética de estos trastornos en la salud mental y los resultados académicos de los niños, niñas y adolescentes de 43 escuelas e institutos de Cataluña. Los resultados se han publicado en la revista Molecular Psychiatry.
Para entender la relación entre estos trastornos del neurodesarrollo y el rendimiento escolar, se ha analizado el genoma de 4.278 menores, de varias edades y niveles socioeconómicos, y se ha investigado el impacto de las variantes genéticas asociadas al TDAH y el TEA en la salud mental y en los resultados académicos en matemáticas, lengua e inglés de los participantes.
Los resultados del trabajo muestran una fuerte relación entre los factores genéticos de riesgo para el TDAH y el TEA y el rendimiento escolar. “Hemos visto que la base genética subyacente a estos trastornos se asocia con la sintomatología clínica característica y, en parte a través de estos síntomas, contribuye al rendimiento escolar”, explica la Dra. Judit Cabana-Domínguez, investigadora del grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del VHIR y del CIBERSAM.
Estos resultados refuerzan la necesidad de atención más individualizada para abordar las necesidades educativas desde una etapa precoz
“Este componente genético que impacta negativamente en los logros académicos no solo está asociado a los síntomas característicos de estos trastornos, sino también a problemas emocionales y de conducta. Ampliar el conocimiento sobre los factores de riesgo que impactan negativamente en el rendimiento escolar y su relación con los trastornos del neurodesarrollo puede contribuir a definir estrategias preventivas en beneficio de los estudiantes más vulnerables”, detalla la Dra. Marta Ribasés, investigadora principal del grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del VHIR y del CIBERSAM.
Se observa que la base genética del TDAH influye también en múltiples problemas de conducta y emocionales, como la depresión y la ansiedad, los cuales a la vez están relacionados con un peor rendimiento escolar. Además, los bajos resultados académicos pueden también agravar estos problemas de salud mental, creando un círculo vicioso. A la vez, los resultados en TEA indican que parte de la carga genética subyacente al trastorno está asociada a bajo rendimiento escolar, pero otra se relaciona con mejores logros en las diferentes materias.
“Identificar los factores genéticos y los síntomas asociados que correlacionan con un mejor o peor rendimiento escolar ayuda a entender la diversidad en el aula, explica, en parte, por qué algunos niños y niñas tienen dificultades para aprender y puede ser útil para detectar precozmente futuros problemas de rendimiento escolar”, afirma la Dra. Rosa Bosch, coordinadora del programa SJD MIND Escuelas en el IRSJD y del CIBERSAM.
En el estudio han participado 4.278 niños, niñas y adolescentes de 43 centros de Cataluña
Entender la biología para un mejor acompañamiento de los y las escolares
Comprender los factores genéticos y los mecanismos biológicos subyacentes a los trastornos del neurodesarrollo y su relación con el rendimiento escolar ayuda a conocer cómo estos pueden impactar en los resultados educativos. En este sentido, el equipo investigador destaca que, pese a la relación genética, esta no es determinista y el apoyo familiar y educativo juega un papel clave.
“Identificar los síntomas que más afectan, incluso antes del diagnóstico del trastorno, es necesario para abordar las necesidades educativas desde una etapa precoz”, destaca el Dr. Miquel Casas, director del programa SJD MIND Escoles en el IRSJD. “Es esencial hacer una atención más individualizada y un acompañamiento del alumnado, especialmente a quienes tienen más necesidades, para mejorar la motivación y los resultados académicos”, concluye.
El estudio ha sido posible gracias a la financiación recibida por parte de la Fundación Marató de 3Cat, los Fondos de Investigación Sanitaria y los fondos FEDER.