Somos expertos en el diagnóstico de este grupo de trastornos del neurodesarrollo. Abordamos casos complejos, en los que se dan otras enfermedades psiquiátricas u orgánicas.
Descripción
El Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) es un trastorno del desarrollo que implica dificultades en las áreas de la comunicación social recíproca, la conducta repetitiva y/o intereses restringidos. Los niños con TEA pueden tener una inteligencia muy variable, que va desde niños con discapacidad intelectual a niños con altas capacidades.
Según datos de 2018 en Estados Unidos, 1 de cada 59 niños o niñas tienen TEA, siendo 4 veces más común que se exprese en niños que en niñas. En Europa los últimos datos de prevalencia se sitúan entre 1-2 % de la población.
A pesar de la mayor conciencia social alcanzada en torno al TEA, durante los últimos años en nuestra sociedad persisten muchos mitos que hay que ir rompiendo, como que los niños con autismo no se relacionan o que rechazan el contacto físico.
Los niños con TEA que no se diagnostican y no se tratan adecuadamente a menudo entran en una espiral de aislamiento, desmotivación, baja autoestima y trastornos afectivos secundarios.
El autismo es un espectro muy amplio que se manifiesta de forma muy diferente en cada niño teniendo en cuenta el sexo (los perfiles de niños y niñas con TEA suelen ser diferentes), la capacidad cognitiva y el contexto, entre otras variables. Las siguientes características son ejemplos de situaciones que nos pueden hacer sospechar de un TEA, aunque no tienen por qué presentarse en todos los niños con un diagnóstico.
Niñas
- Lenguaje verbal rico y sofisticado.
- Lenguaje no verbal preservado (contacto visual, uso de gestos, etc).
- Comorbilidad con ansiedad.
- Rigidez cognitiva y muy dominantes en el juego.
- Suelen tener un grupo reducido de amigas.
- Pobre picardía.
- Altos niveles de perfeccionismo.
- Dificultades para reconocer y exteriorizar sentimientos.
- En la adolescencia, alta comorbilidad con trastornos afectivos y alimentarios.
- Intereses restringidos mucho más adaptativos (juego simbólico de profesoras, lectura o animales).
Niños
- Dificultades de relación social.
- Retraso del lenguaje o problemas de comunicación.
- Literalidad en el lenguaje.
- Dificultades en la comunicación no verbal: rigidez facial, pobre contacto ocular, poco uso de gestos.
- Rigidez y dificultades ante los cambios.
- Conductas repetitivas.
- Intereses muy específicos o peculiares.
- Problemas de conducta.
- Dificultades para autoregular las emociones.
- Ansiedad y bajo estado de ánimo.
- Dificultades de comprensión social.
- Alto sentido de la justicia.
Diagnóstico
En la fase de diagnóstico de TEA intervienen diversas especialidades:
- Neurología.
- Psicología clínica.
- Psiquiatría.
- Logopedia.
Tratamiento
La duración del tratamiento es variable en función de la expresión y evolución de la sintomatología de cada caso, aunque en general es necesario un seguimiento / acompañamiento a lo largo de la diferentes etapas vitales.
Con todos los pacientes se realiza un seguimiento que irá en función de la evolución de cada caso.
Evolución
El TEA es una forma de ser y de procesar la información diferente al resto de la población. Por lo tanto, no podemos hablar de una recuperación.
Se entiende que el tratamiento se basa en dar las estrategias adecuadas para que pueda valerse por sí mismo y que sus dificultades le interfieran de forma mínima en su día a día.
¿Cuál es el papel de la escuela tras el diagnóstico?
La escuela tiene un papel importante en la evolución de un alumno con TEA. Por ello, los profesionales de la Unidad de Trastornos del Aprendizaje Escolar del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona siempre se ponen en contacto con el profesorado para intercambiar impresiones y ofrecer la ayuda necesaria en cualquier momento de la escolaridad del niño o adolescente.