Según la Unidad del Trastorno del Espectro del Autismo de Sant Joan de Déu, una planificación previa y compartida con los niños es importante en estas fechas
Navidad es una época del año llena de ilusión y de sorpresas, pero también de grandes emociones, modificación de rutina del día a día y en ocasiones estrés para todas las familias.
Especialmente este año, en el contexto de pandemia de la COVID en que nos encontramos, la Navidad puede suponer un cambio añadido, ya que las dinámicas sociales serán diferentes a las que estábamos acostumbrados.
Esta Navidad “alterada” para los niños y niñas con autismo puede significar una oportunidad para no romper demasiado las rutinas habituales y tener una menor exposición a estímulos y cambios. Por otro lado, puede significar un aumento de desconcierto y un exceso de cambios, porque las medidas sanitarias en el núcleo familiar se intensifican y se recomiendan medidas de seguridad que no existían en las festividades anteriores.
Ante esta situación, es importante una planificación previa y compartirla con nuestro hijo o hija con trastorno del espectro autista (TEA), teniendo en cuenta su perfil y sus necesidades sensoriales y de comunicación. Podemos seguir las siguientes pautas.
- Reducir el estrés: Trata de encontrar la mejor manera de reducir el estrés tanto para tu hijo como para ti. Planifica con tranquilidad las fiestas y asegúrate de que en tu casa haya espacios que permitan la relajación para reducir los estímulos sensoriales si fuera necesario.
- Comunicar a tus familiares cómo te pueden ayudar: Es posible que la burbuja reducida de la familia con la que compartas esta Navidad no sepa cómo actuar y dar apoyo. Dales una lista de las cosas que pueden hacer para ayudarte. Desde cómo saludar a tu hijo con autismo hasta cómo jugar con él mientras pasáis tiempo juntos. Pide ayuda con tareas logísticas cuando creas que eres tú la persona a quien necesita tu hijo para tranquilizarse.
- Explicar a tu hijo o hija cómo será la Navidad y crear un calendario: La estructura genera tranquilidad. Comunicar y anticipar cómo será esta Navidad diferente es clave para prevenir algunos problemas de conducta. Por ejemplo, explica dónde comeréis, con quién, cuándo se abrirán los regalos y, sobre todo, asegura tiempos cortos de interacción si el niño lo necesita.
- Preparar de forma visual un calendario para que podáis anticipar los días de cada festividad y las actividades más relevantes y, siempre que sea posible, incluid hábitos de autonomía y rutinas que sean identificables en el día a día (hábitos de vestido, higiene, paseos…). Puedes imprimir el calendario para así pegar fotos o dibujos de las actividades que tengáis planeadas durante las fiestas.
- ¿Qué regalos hacer? Si tu hijo o hija con TEA no tiene interés en abrir los regalos, ya que son nuevos y desconocidos, envuelve algunos de sus juguetes preferidos en otras versiones y proporciona el contexto de intercambio con calma y sin forzar. A menudo, para un niño con TEA, desenvolver objetos que le resultan familiares puede ser muy tranquilizador. Prueba a introducir algún regalo nuevo o diferente a su interés más restringido, puede ser que más adelante le llame la atención.
- Asignar una tarea a tu hijo o hija: Asignarles alguna tarea puede ayudar a reducir el nivel de estrés que provoca tener gente en casa. Por ejemplo, recoger los abrigos de los invitados u ofrecer aperitivos. También es una buena idea explicarle las diferentes fases del evento: primero vendrán los invitados, luego nos sentaremos en la mesa, entablaremos conversaciones, etc. Y utilizar apoyo visual.
- Repasar conjuntamente las medidas de seguridad recomendadas: Es importante recordarle las medidas de higiene, cuando lavarse las manos, la distancia de seguridad con los otros miembros de la familia, el uso de mascarillas y la ventilación de los espacios o si vais hacerlo en espacios abiertos. Se pueden practicar saludos alternativos pactados con la familia, de manera que el niño reciba saludos que son esperables y que previamente conoce.
- Preparar a la familia para que ellos mantengan las medidas de seguridad: Habla con los miembros de la familia con tiempo. Explícales cuáles son las necesidades específicas de tu hijo o hija y las dificultades que puede tener para mantener algunas de las medidas recomendadas. Asegúrate de que entiendan que, de esta manera, la experiencia será segura para todos. Lo realmente seguro es hacer el sacrificio y evitar el contacto con aquellos con los que no se conviva.