El Market Solidario se consolida como un gran evento para impulsar la investigación del cáncer infantil
La quinta edición del mercadillo de ropa de segunda mano consigue recaudar 100.000 euros
El Market Solidario va creciendo año tras año, y en su quinta edición, celebrada el pasado mes de diciembre, ha demostrado que es una cita importante si hablamos de solidaridad y de lucha contra el cáncer infantil. “Ropa y accesorios de segunda mano que salvan vidas”, tal como indica su lema, que en esta ocasión han conseguido la cifra de 100.000 euros para la investigación del cáncer infantil y para mejorar la vida de los niños y niñas afectados por esta enfermedad.
La abuela de la valiente Blanca y sus amigas, que impulsaron esta iniciativa en 2017, han decidido destinar la mitad de los fondos recaudados a la investigación del cáncer infantil que llevamos a cabo en el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. Concretamente, hemos destinado la donación al programa de oncología de precisión, liderado por la Dra. Lavarino, que acerca la medicina personalizada a los pacientes para ofrecerles la mejor opción de tratamiento en función de la genética y de un análisis de gran precisión de su tumor. La Fundación Enriqueta Villavecchia ha recibido la otra mitad de los fondos, para los programas de apoyo emocional y las actividades para niños, niñas y adolescentes que han superado un cáncer.
El Market Solidario ha representado desde su inicio un gran apoyo para nuestro hospital. Además de contribuir a la creación del Pediatric Cancer Center Barcelona, los fondos recaudados en ediciones pasadas nos han permitido impulsar una nueva linea de investigación sobre los tumores rabdoides, liderada por la Dra. Alexandra Augustinova, que he generado nuevos avances sobre este tipo de tumores, y que ha culminado con la obtención de una beca europea de 1,5 millones de euros del Consejo Europeo de Investigación.
Esta iniciativa solidaria ha vuelto a ser un éxito, gracias a la implicación de las personas que ofrecen las prendas usadas, pero de muy buena calidad, y de las tiendas que también regalan algunas piezas nuevas. Pero, sobre todo, gracias a la generosidad de las personas voluntarias que durante todo el año ayudan a recoger la ropa, seleccionarla, ordenarla, guardarla y atender a la clientela durante los diez días de mercadillo. Un esfuerzo que no solo se compensa con la respuesta social, sino con los avances que la investigación nos permite hacer para mejorar la calidad de vida de los niños y niñas con cáncer
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