A consecuencia del tratamiento que recibe contra la leucemia, la niña tuvo una disfunción ventricular que fue detectada y tratada a tiempo y se pudo revertir.
Los tratamientos que existen actualmente para combatir el cáncer infantil han hecho posible que un 80 % de los niños superen la enfermedad, pero no están exentos de toxicidad y causan efectos secundarios de diversa gravedad. Olivia y su familia lo saben muy bien.
Esta niña de seis años fue diagnosticada de una leucemia en noviembre de 2020. Los médicos le prescribieron entonces un tratamiento de quimioterapia muy potente porque su leucemia era muy agresiva y presentaba un alto riesgo de recaída.
Poco después de empezar a recibir el segundo ciclo de quimioterapia, Olivia empezó a presentar una insuficiencia respiratoria grave que requirió de soporte ventilatorio.
El equipo médico que atendió a la niña y los profesionales de la Unidad de Cardio-Oncología, que le habían hecho una valoración en el momento del diagnóstico y que, desde entonces le hacían seguimiento, determinaron que esta insuficiencia respiratoria se debía a una disfunción diastólica del corazón provocada por una mala tolerancia de la quimioterapia.
Debido a esta disfunción ventricular, el corazón no era capaz de bombear correctamente la sangre y esto provocaba una retención de líquidos en los pulmones, causando la insuficiencia respiratoria.
El equipo médico modificó la quimioterapia que recibía Olivia y, paralelamente, le administró un tratamiento farmacológico que logró resolver la disfunción. “Si no la hubiéramos tratado, la niña habría acabado sufriendo una insuficiencia cardíaca. En cambio, si se logra detectar a tiempo la disfunción y se trata, es reversible”, explica la cardióloga de la unidad, Esther Aurensanz.
Esto es lo que le ha pasado a Olivia. Actualmente, su corazón se ha recuperado y vuelve a estar sano a pesar de los efectos secundarios de la quimioterapia, tratamiento que ha podido continuar.
Los niños con cáncer infantil tienen hasta cinco veces más probabilidades de desarrollar una enfermedad cardiovascular que el resto de la población a consecuencia de los tratamientos oncológicos.